Hna. Rebeca Franceshis

IDDPMI Hna. Rebeca FranceshisNací el 22 de enero de 1923 en el barrio de San Antón  de la ciudad de Ponce en cuna humilde, pero del linaje escogido por Dios para servirle y llevar su palabra a los que no le conocen. Fueron mis padres  Félix y flora Franceshi, esta última pionera del movimiento pentecostal y primera presidenta de la sociedad de damas las mensajeras del Señor a nivel insular.

A los 40 días de nacida fui  dedicada a Dios en la iglesia Pentecostal Calle Mayor Cantera #14 y nunca me aparte de ella. Crecí y me desarrolle  en ese entorno, observando y siendo participe de las manifestaciones poderosas del Espíritu Santo de Dios. Luego de participar en un programa radial me sentía enferma; ardiendo en fiebre. No obstante  me dirigí a la iglesia.  Cuando entraba por la puerta principal del templo una hermana de la congregación, llena del poder de Dios y hablando en lenguas, se abalanza sobre mí y me abrazo. Quede sana al instante de aquella fiebre que padecía como consecuencia del paludismo. Jamás volví a padecer de esa enfermedad.

FLORA-FRANCESHISDesde temprana edad demostró un talento especial para el canto. Era acompañante asidua de su madre en la labor misionera que esta realizaba por los distintos barrios de Ponce; mi madre predicaba y yo cantaba. También participaba como cantante en los programas radiales y convenciones y asambleas de la iglesia a través de la isla. Siempre he puesto los dones al servicio de Dios y el mismo proporciona gran bendición  a mi vida.

La educación cristiana de los niños  ha sido una de mis mayores preocupaciones, por lo cual he dedicado gran parte de mi vida a estos menesteres. Asistidas por varias hermanas de la congregación, estableció escuelas bíblicas para niños en distintos barrios y residenciales de Ponce. La labor ha sido fructífera, pues varios de estos niños, ya adultos perseveran en los caminos del Señor.

Dice en el libro de Proverbios 31:10 MUJER VIRTUOSA, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas. Pues ella es ejemplo de esa mujer virtuosa que tiene más valor que el oro y las piedras preciosas. Fue esposa anegada y madre ejemplar de ocho hijos los cuales dedico al Señor desde su temprana edad. Ha sido para ellos modelo de los más altos valores morales y cristianos, además de apoyo continuo. No todos sirven al Señor, pero ora constantemente para que estos acepten a Jesús como su único salvador y alcancen la vida eterna.

hermana-rebeca-franceshisDato Importante: La hermana Rebeca en su avanzada edad siempre tuvo el mismo ánimo y la misma fe que desplegaba en sus tiempos de juventud.  Como lámpara encendida espera por su salvador y ansiaba disfrutar con él por la eternidad. Nuestra hermana Rebeca se distinguía por su pasión por los niños y por la educación cristiana de ellos entre otras cosas. Comienza esa gran labor e inquietud que fue depositada por el Señor en su corazón  de darles escuelas bíblicas,  y donde quiera que iba nuestra hermana siempre le gustaba cantar junto a su inseparable instrumento la pandereta o pandero. Algo muy peculiar en nuestra hermana era que cuando llegaba a los lugares donde iba a dar las escuelas bíblicas siempre buscaba el albor más frondoso y allí comenzaba a cantar y a tocar su pandereta y de inmediato corrían los niños/as  hacia el lugar donde ella se encontraba. Esa gran labor la hacia todos los sábados en las barriadas y residenciales de Ponce y lograba dar de dos a tres escuelas bíblicas por sábado. Nunca dejo nuestra hermana Rebeca de dar las escuelas bíblicas  y cuando no pudo darlas en los residenciales y en las barriadas las daba en su casa junto a dos hermanas de sangre  que se le unieron a esa gran labor. Siempre educo y enseño a sus hijos y a su vez a sus nietos el temor al Señor y el servicio a él y siempre les dio el ejemplo. Era una mujer de oración y firmeza espiritual y nunca dejo de ir a la iglesia hasta muy avanzada edad donde ya no podía caminar con facilidad y aun en su condición nunca dejo de dar sus escuelas bíblicas ni de adorar ni de cantarle al Señor. Nuestra hermana Rebeca partió a morar con el Señor a la edad de 94 años. Nuestra hermana Rebeca Franceshis fue un pilar en la iglesia y un ejemplo a seguir.  (1923 – 2017).